jueves, 27 de mayo de 2010

DESEQUILIBRIOS DEMOGRAFICOS

El desequilibrio demográfico global
Miércoles 9 de marzo de 2005

Mediante un documento denominado "Revisión 2004", elaborado por la División Población del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de las Naciones Unidas, se ha informado del estado demográfico mundial. Los datos reunidos confirman en grandes líneas las tendencias ya observadas hacia el fin del último siglo, aunque se registra un aumento de habitantes que sobrepasa las proyecciones antes calculadas. A pesar de ello, los expertos destacan que la población global avanza lentamente a una estabilización cuya sustentabilidad plantea severos interrogantes de carácter ambientalista y, a la vez, demandas muy agudas de salud, educación y trabajo.
La información más llamativa en materia de predicciones es que la actual población planetaria, estimada en 6500 millones, crecerá hasta 9100 millones en el año 2050. De no mediar cambios apreciables, ese proceso de incremento mostrará dos rostros muy diversos: uno es el que ofrecerán los países altamente desarrollados de Europa o Asia, en los cuales el aumento de habitantes será muy bajo o nulo. No ocurrirá del mismo modo en las naciones industrializadas, como los Estados Unidos, Canadá o Australia, mientras reciban la inmigración venida de los países en vías de desarrollo.
La otra cara de los cambios será la que presenten las naciones en vías de desarrollo, cuyo panorama general será el de un crecimiento poblacional por efectos de un índice de natalidad todavía elevado, aunque en decrecimiento, y una mortalidad en progresiva reducción. Puede agregarse, entonces, que la tendencia mundial acentuará la declinación de la natalidad, que descenderá de 2,6 nacimientos por mujer a sólo 2 a mitad de siglo. Al mismo tiempo, aumentarán las expectativas de vida, que alcanzarán a los 75 años para la misma fecha.
De ese modo se llegará a una sociedad en cuya composición crecerá la presencia de habitantes de 65 o más años, que en 2010 representarán el 14,5% y en 2050 serán el 25% del total mundial en ambos casos. Como, al mismo tiempo, va disminuyendo el papel que asumen las familias en el cuidado de los mayores, se tornará indispensable que los gobiernos encaren vigorosas políticas que aseguren la atención de la salud y la seguridad social de las personas que alcancen "la tercera edad".
Por otra parte, los jóvenes de entre 15 y 24 años componen hoy un conjunto superior en número a cualquier otro tiempo de la historia: 1165 millones, lo que representa el 19% de la población global. Ese porcentaje irá disminuyendo hasta significar sólo el 14% del total en 2050. En este caso las mayores urgencias son actuales para enfrentar la problemática de la vida juvenil, especialmente en el campo del trabajo. Se advierte la necesidad de crear 1100 millones de puestos de trabajo para satisfacer las demandas de los nuevos miembros que se incorporan a la población activa.
En esencia el mundo está viviendo un gran proceso de transición demográfica, concepto que alude al hecho de la ruptura del equilibrio natural existente entre natalidad y mortalidad, como consecuencia del desarrollo económico. No obstante, ese equilibrio tiende a restablecerse, por ejemplo, mediante los avances de la medicina y la higiene que reducen tanto la mortalidad infantil como la adulta. Ahora bien, esa transición plantea otras cuestiones agudas como ésta: ¿puede superarse un desequilibrio demográfico tan notable como el que se ha producido? La respuesta positiva depende del acierto de las políticas que se vuelquen en beneficio de la salud, el empleo, la educación, entre otras, y las soluciones que se provean para que sea posible un desarrollo sustentable, lo que obliga a dar prioridad al cuidado ambiental.

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